martes, 13 de octubre de 2009

LAS EBÚRNEAS ESTATUAS




Las ebúrneas estatuas
contemplaban nuestro paso
hacia la grata fontana
situada en medio del patio.

Con deseos en el alma
nos sentamos en un banco
frente a la oblicua mirada
de un alígero caballo.

Un aroma de jazmines
se derramaba en el patio,
sólo un murmullo de grillos
el silencio no hacía amplio.

Mis ojos llenos de amor
con los tuyos se encontraron
y sentí cuando pusiste
tus manos sobre mis manos.

Con deseos en el alma
quedamos embelesados
y sentí el ardiente beso
de tus labios en mis labios.

Las ebúrneas estatuas
se nos quedaron mirando.
La noche abría su capa
sobre el amoroso patio.

Nadante en el cielo estivo
surgió el fulgor plateado
de una encantadora luna
envuelta en encajes blancos.

Una estrella solitaria
reflejó su brillo claro
en la pupilas vidriosas
de un helénico centauro.

La luna ubicó su trono
sobre la fuente del patio
y centelleaba el agua
con fulgores plateados.

Mientras la luna ostentaba
su primoroso vestuario
nos decíamos los dos
palabras de enamorados.

Luego, llegada la hora,
debíamos separarnos,
y entre ambos, despacito,
nos levantamos del banco.

Yo le dije: -Hasta mañana,
princesa de dulces labios,
y ella alegre, respondió:
-Hasta mañana, mi amado.

Las ebúrneas estatuas
en silencio nos miraron.
La noche llena de estrellas
vio cómo me fui alejando.

Con una sonrisa amplia
que dibujaban mis labios
me fui soñando un mañana
en el amoroso patio.

Con el corazón alegre
crucé las calles del barrio
y mi alma embelesada
iba cantando, cantando.




4 comentarios:

Samuel Rego dijo...

Al alado y marfileño Centauro le consume la ansiedad esperando por la noche que viene.
Un poema muy descriptivo, te juro que me vi en un jardín del XVIII observando a la pareja.
Muy, muy bueno querido Luís.
Un abrazo de un mirón filológico.

estoico dijo...

Mi estimado "mirón filológico", me place que hayas pasado y disfrutado de esta escena digna del siglo que mencionas.
Me alegra que te haya gustado.
Abrazos afectuosos.

Yasmina dijo...

Hola Luís!

Que te estaba abandonando y eso no puede, ser, echaba de menos leerte pero estoy muy ocupada ultimamente, aún así te mando un abrazo y decirte que el poema me encantó.

estoico dijo...

Mi querida amiga, no tienes por qué disculparte...!
Si yo a veces también hállome ocupado...!
Sabes que tienes mi aprecio; así que gracias por estar.
Cariños enormes.