
no clausuro puertas
ni vivo cerrándoselas
a nada
ni a nadie.
En lo personal creo en los regresos;
mi espíritu es sensible a la disculpa,
al borrón y cuenta nueva.
En lo personal todo adiós no es fin.
En lo personal la muerte
no es el adiós postrimero:
sólo es el que más palpamos.
Y en cuanto a los amigos que se fueron,
se fueron por sus propios medios,
porque antes que nuestros amigos
lo fueron más de la comodidad,
del olvido y la desconfianza,
de la falta de iniciativa.
En lo personal
la desilusión
no señala el principio de un adiós.
Si haces una estadística ceñuda
de todos los adioses ya vividos
verás que tienes margen suficiente
para un adiós más,
y siempre uno más,
y más, y más y así en lo venidero.
En lo personal
hay adioses que no valen la pena.