En versos laverdaicos digo:
Te quiero con el alma entera,
y más expresaré: contigo
¡siempre estuviera!
Pues eres la mujer soñada,
la diosa de mi otoño en flor,
la bella que me inspira, el hada
¡plena de amor!
Tan sólo a tu costado siento
que puedo hasta la nube asir,
andar por el azul contento
¡nunca partir!
Te digo que te quiero toda
¡en esta laverdaica coda!
El presente soneto se inicia con
tres estrofas laverdaicas, es decir, estrofas conformadas cada una de ellas por
tres eneasílabos acentuados en segunda, sexta y octava sílabas, y un
pentasílabo adónico,
de rima consonante y alterna.
Finalmente un pareado en
eneasílabos con la acentuación señalada.
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