Entre varones era extensa fama
de tus ojos su fúlgida belleza:
unos decían de su fuerte llama,
otros, de su admirable garrideza.
Por ver si había en los dichos certeza
a buscarte salíme de inmediato
siendo mis guías la suma presteza
y la curiosidad propia del gato.
Aunque encontrarte me llevó buen rato
contigo finalmente supe dar,
inclinada a la orilla de un regato.
Y tus ojos allí pude apreciar;
tú me miraste con su luz ardida…
¡desde entonces voy ciego por la vida!
2 comentarios:
Mi querido Luís, siento no poder comentarte tan a menudo como quisiera, me cortaron internet, no se si lo comenté y bueno, en cuanto puedo te comento un poquito.
Un beso, me encanta el poema.
Mi estimada Yasmina, por favor, no te preocupes, quieres.
Lo único que importa es que estás, con o sin conexión, pero estás y eso yo lo sé perfectamente.
En cuanto al poema, como refieren de los ojos, los que a ti tanto te agradan, pues gracias enormes por tus palabras.
Me encanta que hayas pasado.
Besos.
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