Era en el Carnaval, bien lo recuerdo,
en aquel festival de los disfraces,
en la amena velada de floreros,
de luces y colores deslumbrantes,
con aquel resonar de violoncelos
conjugado con flautas musicales,
¡cómo giraba a nuestros pies el suelo,
tanto que persistía al fin del baile...!
Y cuando de mi buena compañera
quise ver el semblante que tenía
bajo aquel antifaz tan a cubierto,
sentí de pronto como si cayera,
no a causa del mareo que seguía...
¡por el susto que casi caigo muerto!
4 comentarios:
jajajajajajaja, de tanto en tanto es divertido hallar la mañana con el buen humor reflejado en poesía.
Un gran abrazo, Estoico.
Anna Francisca
Muchas gracias, Tuti...!
Me place que te haya divertido este soneto humorístico.
De vez en cuando incurro en el humor: me alegra que gusten.
Cariños enormes.
jajajajajajja, exageradooooo, a saber como era la mujer, jajaaj.
Placer leerte niño. Besitos.
Veo que te sorprendes... jajaja!
Y bueno, a veces pasan estas cosas...!
Cariños, amiga mía.
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