La noche se viene
vidalitá
con su negro poncho
y me ha de agarrar
vidalitá
lejos de tus ojos.
Solo en mi caballo
vidalitá
voy cruzando pampas
guiado por la estrella
vidalitá
de una esperanza.
Trás tus ojos voy
vidalitá
por el desamparo
teniendo por techo
vidalitá
algún que otro árbol.
Ya te he de encontrar
vidalitá
en mi derrotero
y entonces sabrás
vidalitá
cuánto yo te quiero.
Con el nombre de vidalita se conoce en el litoral, centro y noroeste de Argentina un grupo de melodías que reciben su apelativo del estribillo que dice "vidalitá".